Seguimos con las exposiciones de “Galicia en fíos” recorriendo la provincia de Lugo. Tengo que puntualizar que quedé sorprendida con el gran trabajo que realizan, en cuanto a actividades culturales se refiere. Esta vez llegamos a la capital, concretamente a la Biblioteca Pública de Lugo (Avenida Ramón Ferreiro 23). Aquí permanecerá todo el mes de marzo desde las 9:00 hasta las 21:00.
Tengo que decir, a favor de los lucenses, que esta fue la inauguración con más éxito hasta el momento. Me gusta cuando, después de presentar mis obras, los participantes hacen preguntas curiosas: ¿Cómo distingues los colores?, ¿Cómo perfilas los dibujos? Cuando me preguntan este tipo de cuestiones siento que han empatizado conmigo y que realmente les importa lo que hago. Y claro que se sienten identificados porque, en esta ocasión, han venido a acompañarme unos auténticos artistas. Estoy hablando de los usuarios de Cogami Lugo que, al igual que yo, disfrutan haciendo arte.
Esta biblioteca tiene su origen el primer tercio del S.XIX formándose a expensas de otras bibliotecas de monasterios de la zona. De hecho, dispone de un importante fondo bibliográfico antiguo, manuscritos y libros desde el siglo XVI hasta el XIX. Por mi parte, es una gran oportunidad porque es la primera vez que expongo en una biblioteca. Debo darle las gracias a Elena García, la directora en Lugo, y a Cogami por gestionar el evento. Lo cierto es que no solemos darnos cuenta, pero las bibliotecas tienen una función clave como agentes culturales e informativos. Por ello, quiero enfatizar en la inauguración la importancia de la divulgación cultural en el mundo del arte.
Me sentí en casa. No tengo palabras para describir la familiaridad con la que me trataron. El entusiasmo con el que vinieron y su carácter acogedor. Ellos hacen talleres artísticos en su centro, incluso participan en proyectos europeos. ¡Es un honor compartir con vosotros este momento!
Para finalizar esta jornada, nos animamos a hacer un tour por Lugo. Es una ciudad preciosa, a orillas del Miño, y yo casi no la conocía. Al igual que ocurre con Ourense, es un tesoro por descubrir. Recorremos con Cristina la Ronda de la muralla y su puerta más antigua. Visitamos la Puerta de Santiago que da acceso directo a la Catedral y la Plaza de santa María con los restos de una piscina romana. En los soportales de la Plaza Mayor tomamos un delicioso chocolate caliente y disfrutamos del bullicio de la ciudad hasta la hora de partir. Estoy deseando que sea 31 de marzo, cuando venga recoger la exposición, para aprovechar y recorrer parte de la ciudad que no dio tiempo a explorar. ¡Nos vemos!
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